Una de las situaciones más estresantes a la que se enfrentan multitud de personas en el ámbito laboral o académico es la de hablar en público. En este artículo encontrarás diferentes estrategias para aprender a afrontar estas situaciones y comunicarte de manera más eficaz, transmitiendo una imagen adecuada.
8 Estrategias para hablar en público
A continuación encontrarás ocho estrategias para aprender a desenvolverte con eficacia al hablar en público.
Estrategia nº 1: ¡Libérate de la tensión!
Hablar en público puede generar mucha tensión. Para que esto no obstaculice la comunicación, es muy importante transformar la tensión en energía mediante las siguientes técnicas:
Acepta que es normal sentir tensión y que todas las personas, en mayor o mayor medida, también la sienten cuando están delante del público o audiencia.
Libera la tensión. Haz pequeños ejercicios o movimientos para relajarte (tensar y relajar los músculos varias veces, respirar profundamente y con calma, etc.).
Estrategia nº 2: ¡Usa el reloj!
Al hablar en público, es muy importante controlar los tiempos y evitar distraernos, ir demasiado deprisa o demasiado despacio. Para ello, disponer de un reloj a la vista es una estrategia que te ayudará al realizar presentaciones y discursos. Es recomendable evitar mirar el reloj de muñeca continuamente, por lo que es preferible consultar la hora de manera disimulada en un reloj estratégicamente colocado.
Estrategia nº 3: ¡Mira a los ojos!
El contacto visual es una de las estrategias más efectivas para conectar con el público que le está escuchando, ya que permite ganar su atención, recibir feedback sobre tu forma de comunicar, establecer un clima adecuado…
Algunas técnicas utilizadas para mantener el contacto visual al hablar en público son:
Una técnica muy utilizada es identificar a las personas clave entre el público (ya sea una presentación, una conferencia, una reunión, etc.) y mirarlos como si fueran las únicas personas a las que te diriges.
Puedes dividir imaginariamente a la audiencia en áreas y dirigirte a una determinada persona de cada segmento en diferentes momentos. Esto hará que no centres el contacto visual en un único espacio.
No solo mires a las personas, intenta comprender su expresión. De esta manera, sabrás si tu público está sorprendido, aburrido, tienen una reacción positiva, etc., pudiendo adaptar tu discurso o presentación a sus estados y reacciones.
Estrategia nº 4: ¡Apóyate en los medios audiovisuales!
Los medios audiovisuales son un gran apoyo al hablar en público. Para utilizarlos correctamente, es recomendable:
Usa medios audiovisuales simples. Incluye un único concepto por diapositiva o página. No sobrecargues las diapositivas.
No hables a los medios audiovisuales, dirígete a la audiencia. Un error común al hablar en público, es hablar mirando a la presentación o diapositiva en lugar de a las personas que tenemos delante.
No leas lo que pone en los medios audiovisuales. La audiencia puede leerlo, tú debes utilizarlos para ilustrar o aclarar lo que estás diciendo.
No te ocultes detrás de los medios audiovisuales. Éstos son solo un apoyo, la parte más importante de la presentación o el discurso es lo que se está diciendo.
Estrategia nº 5: ¡No temas a las preguntas!
Al hablar en público, uno de los miedos más frecuentes es “quedarse en blanco” o no saber responder a una pregunta. Algunas técnicas simples para afrontar esta situación son:
Escucha atentamente la pregunta. Puede parecer una obviedad, pero, en ocasiones, nos adelantamos y empezamos a construir la respuesta mientras nos están formulando la pregunta. Primero, escucha con atención la pregunta completa y después, organiza la respuesta.
Tómate tu tiempo para responder. Si necesitas un poco de tiempo para organizar la respuesta, puedes utilizar expresiones introductorias como "Esta es una pregunta muy interesante" o reformular la cuestión diciendo "Si entiendo bien, lo que usted pregunta es…".
Se honesto. Si no sabes la respuesta, dilo con tranquilidad. En ocasiones, admitir que no tenemos la respuesta con un simple "le buscaré la respuesta y se la daré lo antes posible" puede hacernos ganar credibilidad y empatía.
Responde a lo que te han preguntado. No des rodeos o te salgas por la tangente. Las respuestas cuanto más directas y concisas, mejor.
Mantén el control del ritmo de preguntas y respuestas mediante el contacto visual. Cuando alguien formule una pregunta, mírale a los ojos y, para responder, dirígete a toda la audiencia (aunque, en algunas respuestas, puedes mantener el contacto visual directo con la persona que formuló la pregunta).
Estrategia nº 6: ¡Se tú mismo!
Al hablar en público, la naturalidad es un punto a favor. No adoptes poses artificiales ni pretendas ser lo que no eres. Si surge un imprevisto, afróntalo con naturalidad y sencillez.
Se tú mismo, transmite lo que sabes, utiliza tu propio vocabulario y no renuncies a tu forma habitual de expresarte. No fuerces gestos o expresiones que no utilizarías en otras ocasiones. En definitiva, ¡se natural!
Estrategia nº 7: ¡Comunica sin palabras!
Para transmitir el mensaje, no solo utilizamos las palabras, también empleamos todo nuestro cuerpo mediante gestos, posturas o expresiones. Esta comunicación no verbal es, a veces, más importante y elocuente que lo que se está diciendo con palabras.
Los gestos pueden apoyar el mensaje o contradecirlo. Por esto, es importante estar pendiente de aspectos como los desplazamientos, la postura, los gestos de la cabeza, los brazos y hombros, las contracciones de hombros o los gestos de las manos.
Algunos consejos para comunicarte de manera no verbal de forma adecuada son:
Cuida tu apariencia e intenta adaptarla a las características de tu público y a la naturaleza del mensaje que se va a transmitir.
Presta atención a tu posición. No se aconseja esconderse detrás de una mesa. En ciertos momentos, es conveniente que te coloques a un lado de la mesa, te muevas o des unos pasos para enfatizar parte del mensaje. Si permaneces sentado, no mantengas una postura excesivamente rígida, es mejor una posición natural y relajada. Si estás de pie, intenta no parecer una estatua inerte, gesticula, mueve los brazos y da pequeños pasos.
Intenta que tus gestos sean naturales, no forzados, y que acompañen al mensaje (no lo contradigan). Es útil practicar los discursos frente a un espejo para valorar qué gestos haces de manera natural y cómo los vería tu audiencia.
Estrategia nº 8 ¡Practica!
Algunas personas parecen comunicadores naturales y otras tienen muchas más dificultades a la hora de hablar en público. Sea cual sea tu caso, practicar hará que mejores tu manera de desenvolverte en este tipo de situaciones.
Para realizar cualquier presentación oral es necesario elaborar previamente un esquema en el que se detallen las ideas que se quieren exponer de manera ordenada, clara y concisa. Practica tu presentación apoyándote en este esquema hasta que te familiarices totalmente con él.
Practicar el discurso te ayudará a no divagar y a transmitir la idea exacta. Además, también te permitirá desarrollar la confianza en ti mismo.
“Para hacer escuchar lo que decimos, es menester ponernos en el lugar de aquellos a quienes nos dirigimos” J.J. Rousseau