Al impartir la misma acción formativa en muchas ocasiones, los formadores son capaces de intuir cuánto tiempo deben dedicar a cada actividad o explicación sin necesidad de hacer una planificación minuciosa. Sin embargo, al enfrentarse a una sesión formativa que no imparten habitualmente, suelen surgir dudas cómo ¿me faltará tiempo?, ¿iré demasiado deprisa y me sobrará tiempo?, ¿cómo distribuyo el tiempo dedicado a cada parte de la sesión?, etc.
Es cierto que es muy difícil planificar minuto a minuto qué vamos a hacer en el aula, principalmente porque no sabemos de antemano el nivel de participación de los alumnos, el número de dudas que puedan ir surgiendo, los debates generados... Sin embargo, existe un método para calcular el tiempo que va a emplear en desarrollar las actividades previstas en una sesión formativa.
Para realizar la temporalización de las acciones tutoriales, tenemos que tener en cuenta, principalmente, cuatro aspectos:
Número de horas disponibles para impartir la sesión formativa.
Número de actividades a realizar (tareas propuestas, exposición de contenidos, debates, acciones tutoriales diversas, etc.).
Importancia o peso específico de cada actividad.
Tiempo de imprevistos en el desarrollo de la sesión formativa (descansos no planificados, problemas técnicos, etc.).
Propuesta para realizar la temporalización de una sesión formativa:
¿Un ejemplo práctico?
Os propongo un ejemplo de temporalización de una sesión de formación de 6 horas. Los 4 pasos que vamos a dar son:
1. Identificar los elementos o bloques de contenidos a tratar en la sesión:
Presentación de la sesión, exposición de objetivos e introducción.
Desarrollo y exposición del tema
Actividad de grupo
Exposición de la actividad
Síntesis y conclusiones
Cierre de la sesión
2. Determinar el peso específico (grado de importancia) de cada contenido y/o actividad a realizar. Para ello, le asignaremos un número o valor a cada bloque empezando por el 1 (que sería el punto que consideramos menos importante) e ir asignando número correlativos en función a la importancia que le otorguemos:
a. Presentación de la sesión, exposición de objetivos e introducción = 4
b. Desarrollo = 5
c. Actividad de grupo = 6
d. Exposición de la actividad = 2
e. Síntesis y conclusiones = 3
f. Cierre de la sesión = 1
3. Restar un porcentaje para imprevistos. ¿Cuánto tiempo podemos reservar para imprevistos? Aproximadamente, se calcula que el 5%-10% de tiempo (media) termina dedicándose a cuestiones ajenas a la formación en sí.
5% de 6 horas (360 minutos) = 18 minutos
Tiempo efectivo para la sesión formativa: 360 - 18 = 342 minutos
4. Distribuir el tiempo de cada punto:
Fase a = 342 x (4/21) = 65 minutos
Fase c = 342 x (5/21) = 81 minutos
Fase c = 342 x (6/21) = 98 minutos
Fase d = 342 x (2/21) = 33 minutos
Fase e = 342 x (3/21) = 49 minutos
Fase f = 342 x (1/21) = 16 minutos
De esta manera tendríamos la siguiente distribución de tiempos para nuestra sesión de formación:
Presentación de la sesión, exposición de objetivos e introducción = 65 minutos
Desarrollo = 81 minutos
Actividad de grupo = 98 minutos
Exposición de la actividad = 33 minutos
Síntesis y conclusiones = 49 minutos
Cierre de la sesión = 16
Bajo mi punto de vista, esta planificación es excesivamente pormenorizada y sería muy difícil de seguir. Sin embargo, creo que es muy útil para hacer una primera aproximación a la hora de preparar y plantear la clase o sesión, dándonos una orientación sobre cuánto tiempo invertir en cada parte, evitando que nos alarguemos más de la cuenta en asuntos que no son realmente importantes y nos quedemos sin tiempo para dedicarlo a lo fundamental.
En el ejemplo que hemos visto, el docente o formador podrá tener una guía como la siguiente:
¡Espero que os resulte útil este método para calcular la distribuión de tiempos en una sesión formativa!
Cris.